Cuántas veces has intentado que un integrante de tu equipo suba su rendimiento, sin éxito?¿Cuántas veces has sentido que tu equipo podría lograr mejores resultados y sin embargo repite los mismos patrones de comportamiento improductivo una y otra vez? ¿Qué sucede cuando uno o más integrantes no son suficientemente autónomos, o comprometidos, incluso después de mucho esfuerzo por parte tuya como líder? ¿O peor, cuando es un líder el que no tiene suficiente accountability y no asume la responsabilidad por sus resultados y los de su equipo?.
Para quienes estamos liderando equipos, algo que les puedo decir desde mi experiencia es: puede ocurrir en las mejores familias, en empresas pequeñas, medianas o grandes, en todos los niveles jerárquicos. Así como puedes tener en tu equipo un integrante junior con accountability excepcional, puede que también encuentres alguien que esté en un C-Level que no lo tiene tan desarrollado como debería (aunque en este nivel es menos frecuente).
En esta serie de artículos, voy a hablar específicamente sobre accountability, resumido como la capacidad de una persona (y si lo pensamos en forma grupal, un equipo) de hacerse cargo de sus acciones, decisiones y consecuencias de ellas, sin excusas.
Cambio de paradigma en los estilos de liderazgo, desde equipos waterfall a equipos ágiles
Entonces, si no puedo forzar el accountability de mi equipo ¿qué depende de mí como líder?
Detectar los síntomasque advierten que hay un bajo accountability, analizando sus causas subyacentes
Acordar con el equipo un plan de acciónque vaya gradualmente movilizando un cambio.
Monitorear, ajustar y evaluar periódicamente avances(o falta de avances) del plan.
Definir qué decisiones tomaren caso de que las medidas no estén funcionando.
En el próximo artículo, me enfocaré en el diagnóstico de la situación: ¿cómo detectamos qué está pasando y a qué se debe? ¿Qué herramientas tenemos a disposición para este análisis? ¿Puedo ser yo como líder el responsable de la falta de empoderamiento de mi equipo?
Para cerrar, te dejo esta columna de opinión deIgnacio Martín Maruri, en la cual basé este artículo, incluyendo su título.