¿Qué pasó en febrero con las tasas de intercambio en 🇨🇱? ¿Y qué vendrá después?

Leo Soto Leo Soto

14 febrero, 2022 | 18 minutos

¿Qué tasas máximas fijó el comité designado por el ministerio de Hacienda? ¿Quiénes ganan o pierden con esto? ¿Por qué es tan complicado fijar las tasas? ¿Y cómo afecta esto a fintechs y tarjetas de prepago?

El regulador no tiene cómo dejar felices a todos al fijar la tasa máxima de intercambio. (Imagen: Nathana Rebouças en Unsplash)

¿Qué tasas máximas fijó el comité designado por el ministerio de Hacienda?

Ni Visa ni Mastercard podrán fijar tasas superiores a 0,6% en débito ni a 1,48% en crédito. Eso es lo que salió publicado el 5 de febrero de 2022 en el Diario Oficial. ¿Pero qué significa?

Como recordarán, las marcas de tarjetas fijan varias tarifas en el modelo de cuatro partes. La más clave de ellas es la tasa de intercambio, un pago que recibe el banco emisor de una tarjeta cuando se paga con ella.

Los porcentajes de este ejemplo son ilustrativos y no corresponden a valores reales.

En realidad, deberíamos hablar más de “tasas” que de “una tasa”. En plural. Esto, porque el monto que recibe el emisor depende del rubro del comercio donde pagan las personas.

Por ejemplo, acá puedes ver las tasas vigentes de Mastercard para tarjetas de crédito a comienzos de febrero de 2022:

Tasas de intercambio de Mastercard para tarjetas de crédito vigentes a comienzos de febrero de 2022. (Fuente: Mastercard).

Si pago con mi tarjeta de crédito Mastercard Gold un auto de 10 millones de pesos, entonces el emisor de mi tarjeta (mi banco) recibirá 70 mil pesos (0,7%) como tasa de intercambio.

Eso, si mi tarjeta es básica y pago presencialmente en la automotora.

En el caso de tarjetas más premium, la tasa de intercambio sube. Si la tarjeta de ejemplo era Mastercard Black, el banco recibe 110 mil pesos, correspondiente al 1,10%.

Para las compras online, la tasa muchas veces sube. Si compré el auto con la misma Mastercard Black y pagué en línea, entonces mi banco recibirá 145 mil pesos, correspondiente al 1,10% + 0,35%.

La tabla anterior es solo para Mastercard y solo para crédito.

Débito tiene una tabla aparte.

Visa tiene sus propias tablas.

Y todo es bien enredado.

Lo que acaba de hacer el regulador es poner un tope máximo a estas tasas. Las marcas pueden seguir haciendo sus tablas, pero no pueden superar ciertos porcentajes.

En crédito, 1,48% es el máximo, así que mi banco seguirá recibiendo 145 mil pesos si pago un auto de 10 millones de pesos, porque la tasa de 1,45% es menor que el máximo de 1,48%.

Con una mirada rápida a la tabla anterior podrás ver que hay algunas tasas de Mastercard en crédito que superan el 1,48%. Todas esas tendrán que bajar.

¿Quiénes ganan o pierden con esto?

No sé si decir que Mastercard “pierde”, porque las tasas que fija son ingresos para los emisores, no para ella. Pese a esto, es definitivamente la marca de tarjetas que más tasas deberá rebajar, ya que llegan al 2,35% 😱 .

Visa tampoco se salva y también tiene que hacer ajustes, porque sus tasas alcanzan 1,75%.

Tasas de intercambio vigentes de Visa para tarjetas de crédito a comienzos de Febrero 2022. Fuente: Visa.

En resumen, tenemos que las tasas varían por rubros, por lugar de pago (online o presencial), por marca y hasta por el color de tu tarjeta que representa qué tan premium es el plástico que usas (la black paga más que la plateada).

Todo esto hace que el análisis de quiénes ganan sea un poco más complicado y, por eso, lo dejo para el final de este artículo.

Antes de lanzarnos, analicemos qué tan jugado fue el regulador: ¿dejó todo casi tal cual? ¿fue pro comercios? ¿O fue pro bancos?

¿Por qué es tan complicado fijar estas tasas?

No entraré en el detalle técnico: quienes quieran, pueden leer las actas o ver las presentaciones que se han realizado frente al comité, que ha operado de manera bastante transparente.

El tema en que me enfocaré es que el regulador no tiene cómo dejar felices a todos.

No puede fijar tasas máximas muy altas. Las marcas ya mostraron que pueden irse un poco al chancho al llegar a darle más del 2% de la venta al emisor. Sumemos a eso lo que cobra la propia marca –un porcentaje enano– y lo que cobra el banco adquirente o del comercio –comisión que no es tan enana, pero más barata que la del emisor. La suma de todo esto es lo que termina pagando el comercio por aceptar pagos con tarjeta de crédito y, en muchos rubros, está resultando más caro que en el modelo antiguo de tres partes. Si es muy caro, los comercios mas chicos dejarán de aceptar tarjetas y quedan excluidos financieramente del sistema.

Si fija tasas máximas muy bajas como el 0,3% que impera en Europa, los comercios o los adquirentes estarán felices. Esto dependerá de quién se lleve la tajada que le quitan al emisor… porque no es obvio que todos los adquirentes le vayan a traspasar el menor precio al comercio 😒. Los bancos emisores estarán poco felices y se reducirán mucho las millas y puntitos que recibes cuando compras con tarjeta.

Suena popular que sea anti-bancos. Sin embargo, a la pasada, también le pegas a las fintechs, cooperativas, cajas de compensación y los nuevos actores que están entrando a competir en la emisión de tarjetas. Ellas no estarán felices de que bajen tanto sus ingresos por el uso de su medio de pago. En muchos casos, dependen más que los bancos del ingreso por intercambio.

Una tasa muy baja también vuelve menos probable que entren nuevos competidores a la emisión de tarjetas si el ingreso por el intercambio es muy bajo. Y eso, a la larga, hará más felices a los bancos y genera menos oportunidades de inclusión financiera via nuevos emisores.

Así, las tasas máximas no pueden ser ni muy altas ni muy bajas. Casi todo el mundo en la industria entiende esto. Pero, al traducir esa consigna a numeritos concretos, nunca estaremos todos de acuerdo.

Las otras aristas: fintechs y tarjetas prepago

Hasta acá no he hablado de la curiosa tasa máxima de 1,04% que impuso el regulador a las tarjetas prepago. Es un número literalmente salomónico. El comité sumó la máxima para débito de 0,6% con la máxima para crédito de 1,48%, dividió esa suma por dos y llegó a 1,04% 🤷🏻‍♂️.

¿Es eso bueno? ¿Malo? No sé.

Por un lado, le da espacio a las marcas para subir sus tasas de intercambio de prepago, que hoy son casi siempre iguales a débito. Esto le puede generar mayores ingresos a actores como Tenpo, Coopeuch, Caja Los Héroes, Caja Los Andes o Mach.

El problema es que, entonces, sería más caro para los comercios aceptar tarjetas de prepago que de débito. Gigantes como Walmart ya se han negado a aceptar prepago aunque sus costos sean prácticamente equivalentes a los de débito. Si pasan a ser más caras, esta polémica no se resolverá pronto.

Lo curioso de este caso es que la última palabra sobre una posible alza de las tasas de prepago no la tendrán los emisores como Tenpo ni los comercios como Walmart que son los protagonistas de la polémica. La pelotita la tienen las marcas: básicamente Visa y Mastercard.

¿Qué vendrá después?

Lo que tenemos hoy son límites provisorios a las tasas de intercambio. El comité seguirá trabajando hacia la publicación definitiva de las tasas de intercambio.

Stay tuned.

Bonus track: El análisis de ganadores

En la sección ¿Quiénes ganan o pierden con esto?, prometimos dejar para el final un análisis más complicado de quiénes ganan por rubro.

La fuente de este análisis son las tasas publicadas por Mastercard y Visa. Son tablas enredadas así que las consolidamos y marcamos con fondo amarillo todo lo que supere el nuevo límite a las tasas de intercambio:

En pagos con tarjeta Visa, los mayores ganadores son:

  • Comercios de viajes y entretenimientos, que verán disminuir fuertemente las tasas en débito y crédito.
  • La categoría Otros que en realidad abarca muchísimos comercios que verán reducidas sus tasas

En pagos con tarjeta Mastercard, los mayores ganadores son:

  • Las categorías de pequeños supermercados, farmacias, agencias de viaje, retail especializado y la categoría Otros (que también abarca a muchos comercios que no caen en las otras características), especialmente, en ventas online donde las tasas bordeaban o incluso superaban el 2%.
  • En débito, también se aprecia una gran cantidad de categorías de comercios online que pagaban tasas hasta 1,35% y bajarán al 0,6%: Además de los mencionados en el punto anterior, vemos acá a las estaciones de servicio y la venta de automóviles. También hay varias reducciones en ventas presenciales, pero de magnitud menor que las ventas online.

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