Estoy liderando un equipo: ¿ahora qué hago?
Es lo que me pregunté la primera vez que tuve un equipo a cargo.
¿Cuántos(as) hemos empezado a liderar a ciegas?
¿A quién no le hubiese gustado que no sólo le dijeran la parte bonita de liderar, sino los obstáculos y problemas que encontraría en el camino?
Si estás empezando a liderar o quieres comenzar a hacerlo en un corto plazo, este artículo puede ser útil para ti.
En esta primera parte, hablaré sobre lo que no te cuentan de una etapa crucial en los equipos: la formación y el crecimiento de sus integrantes.
Cuando empiezas a liderar, es común que no elijas a tu equipo, sino que otra persona lo designe. Sin embargo, con el correr del tiempo inevitablemente sucederá que: tendrás que cambiar algún integrante, alguien emigrará a otra empresa, o necesitarás que el equipo crezca. Entonces te enfrentarás a la no tan simple tarea de seleccionar y formar equipo. Eso es especialmente válido en rubros como el tecnológico, donde hay una verdadera guerra por el talento.
Si elegimos personas que no hacen match con nuestro equipo o nos demoramos mucho en encontrarlas, generamos un impacto negativo en los resultados (objetivos de negocio y valor generado) y en la motivación/satisfacción de nuestro equipo.
Es lógico, ya que, ¿a quién le gusta absorber trabajo adicional por la falta una persona o porque la persona designada no cumple su rol? ¿Quién desea estar en el eterno ciclo de capacitar personas que después salen del equipo porque no logran el desempeño esperado? ¿Qué equipo se puede sentir motivado cuando los objetivos comunes que se han planteado no se están cumpliendo por no tener a los integrantes que necesitan?
En este artículo compartí algunas recomendaciones para reclutar personas, desde mi experiencia formando equipos durante años.
Mi principal consejo: apóyate en tu equipo, no es recomendable que hagas esto solo(a). Definan en conjunto los roles, competencias, criterios de selección, beneficios para traer nuevos integrantes e involúcrense personalmente en el reclutamiento.
No deleguen el proceso en un tercero, pues tu equipo y tú son quienes mejor pueden determinar qué perfiles necesitan y qué pueden ofrecer de vuelta, solo así irán afinando el ojo para encontrar talento y construir un equipo de alto desempeño.
Desde mi perspectiva, la gran misión del o la líder es ayudar a su equipo a crecer y así mismo ir creciendo. ¿Habrá algo más gratificante que ver cómo tu equipo y tú desarrollan todo su potencial?
Como líder, he visto con orgullo muchas personas de mis equipos crecer y mejorar muchísimo su desempeño a través del tiempo. Una característica en común que tenían estas personas son sus tremendas ganas de aprender, flexibilidad y buena disposición para recibir e incorporar feedback.
Sin embargo, no siempre es fácil ayudar a tu equipo a crecer. Puede que veas el potencial de una persona, que pienses: esta persona sería excelente (rellena aquí con cualquier rol). Entonces le ofreces la oportunidad, capacitación y guía, esperando tener razón en tu predicción y sin embargo, lo que esperabas no sucede. Por más apoyo que tenga, la persona simplemente no quiere tomar la oportunidad o, si la toma, no funciona en el rol.
¿Por qué pasa esto? Múltiples factores: porque los seres humanos somos complejos. Puede ser que la persona simplemente no esté motivada por las funciones del rol, aunque tenga habilidades para ejecutarlas. Quizás se auto sabotea debido a inseguridad en sus habilidades y el miedo la bloquea. A lo mejor su forma de trabajar no calza con la cultura de la empresa, y aunque cumple el perfil técnico, le falta desarrollar otras habilidades esenciales (asertividad, proactividad, autonomía, etc.).
Cualquiera sea la razón, tengo 2 recomendaciones para ti:
Tomar decisiones y hacerse cargo de las consecuencias (positivas o negativas), es una de las labores más importantes y difíciles para un líder. De este tema y de las conversaciones difíciles que acompañan este tipo de decisiones, hablaremos en la segunda parte de este artículo. ¡No te lo pierdas!