5 estrategias del diseño conductual que mejoran la experiencia en productos digitales de salud

Rocío López Rocío López

En la creación de productos de salud, uno de los mayores desafíos es lograr que los usuarios adopten y mantengan comportamientos saludables. A menudo, incluso cuando las personas están conscientes de los beneficios de ciertas prácticas, como hacer ejercicio o seguir un tratamiento médico, la falta de motivación o los obstáculos psicológicos pueden impedir que se comprometan con esos hábitos. Para resolver este problema, los diseñadores de productos de salud pueden recurrir a la ciencia del comportamiento, aplicando principios fundamentales sobre cómo los seres humanos toman decisiones y responden a los estímulos. 

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Imagen Unsplash de Jan Genge

Este artículo explora cómo los principios de la psicología del comportamiento, como los nudges (empujones) y la minimización de la carga cognitiva, pueden ser utilizados para transformar la manera en que los usuarios interactúan con las aplicaciones y productos de salud.

 

1. El poder de los nudges: pequeños empujones para grandes cambios

El concepto de nudge se basa en la idea de que las decisiones humanas a menudo se ven influenciadas por factores sutiles, que no necesariamente requieren una gran cantidad de esfuerzo o información consciente para producir resultados significativos. En lugar de imponer restricciones o castigos, los nudges guían a los usuarios hacia decisiones que son beneficiosas para su salud, utilizando pequeños ajustes en el diseño del producto.

Ejemplo práctico: Notificaciones y Recordatorios Personalizados

Imagina una aplicación de seguimiento de medicación. En lugar de enviar recordatorios genéricos, la aplicación podría enviar mensajes personalizados que reflejen el progreso del usuario y resalten los beneficios específicos de tomar la medicación. Un mensaje como "¡Genial! Has completado tu tratamiento esta semana, y tu energía ha aumentado un 20%. Sigue así para sentirte aún mejor."

Este tipo de nudge no solo recuerda al usuario tomar la medicación, sino que también le proporciona una sensación de logro y un refuerzo positivo.

 

2. Minimizar la carga cognitiva: hacer que la decisión correcta sea la más fácil

La carga cognitiva se refiere a la cantidad de esfuerzo mental que se requiere para tomar decisiones. En el diseño de productos de salud, es crucial reducir la carga cognitiva para facilitar la toma de decisiones y evitar la parálisis por análisis. Cuanto menos esfuerzo mental se requiera, más probable será que los usuarios sigan las recomendaciones y adopten hábitos saludables.

Ejemplo práctico: Flujos de Usuario Simples

Una aplicación de ejercicio físico puede facilitar el seguimiento de un programa de entrenamiento al dividirlo en pasos simples y directos. En lugar de mostrar una lista extensa de ejercicios y datos, el flujo de usuario podría ser reducido a solo unas pocas opciones por día, como "Ejercicio rápido de 10 minutos" o "Rutina de estiramiento".

Esto no solo hace que el usuario no se sienta abrumado, sino que también aumenta las probabilidades de que se comprometa a completar la tarea. La clave está en hacer que la opción saludable sea la más atractiva y accesible.

 

3. Refuerzo positivo: crear hábitos saludables a través de recompensas

El refuerzo positivo es un principio clave en la ciencia del comportamiento, que sugiere que las personas tienden a repetir comportamientos que son seguidos de recompensas. En lugar de depender únicamente de la motivación intrínseca, los productos de salud pueden ofrecer recompensas inmediatas para fortalecer los hábitos.

Ejemplo práctico: Gamificación y Recompensas

La gamificación es una herramienta poderosa para fomentar la adherencia a los tratamientos y comportamientos saludables. Aplicaciones de salud como las de control de peso o actividad física pueden incorporar sistemas de puntos, logros y recompensas tangibles o virtuales. Por ejemplo, después de completar una semana de ejercicio regular, el usuario podría recibir un trofeo virtual o un descuento en una tienda asociada. Este refuerzo positivo no solo hace que el usuario se sienta reconocido por su esfuerzo, sino que también establece un ciclo de retroalimentación que favorece la repetición del comportamiento saludable.

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Imagen Pexeles de Suzy Hazelwood

4. Diseño inclusivo: adaptación a diferentes tipos de personalidades y estilos de vida

Cada usuario tiene diferentes motivaciones, expectativas y formas de procesar la información. Un diseño de producto de salud efectivo debe ser flexible y adaptarse a una amplia gama de necesidades. Algunas personas pueden responder mejor a la competencia, mientras que otras pueden sentirse más motivadas por la cooperación o la autosuperación.

Ejemplo práctico: Opciones Personalizables y Variadas

Una plataforma de bienestar mental podría ofrecer múltiples modos de interacción, como la opción de participar en desafíos grupales o de realizar meditaciones guiadas. Para aquellos que prefieren la autosuperación, la aplicación podría proporcionar un seguimiento individualizado, ajustado a su ritmo.

Esta flexibilidad asegura que todos los usuarios encuentren una forma de interactuar con la plataforma que resuene con sus preferencias, aumentando las probabilidades de que continúen utilizando la aplicación y mejoren su salud mental.

 

5. Transparencia y control: empoderar al usuario para la toma de decisiones informadas

El último aspecto clave en el diseño de productos de salud es garantizar que los usuarios se sientan en control de sus decisiones. La transparencia en la información sobre los beneficios de ciertos comportamientos y la forma en que sus datos son utilizados aumenta la confianza y el compromiso.

Ejemplo práctico: Visualización de Progreso

Una herramienta de seguimiento de hábitos saludables puede incluir gráficos claros y accesibles que muestren el progreso a lo largo del tiempo, como una línea de tendencia para los objetivos de ejercicio o el control de la glucosa. Esta visualización no solo proporciona un sentido de logro, sino que también ayuda a los usuarios a tomar decisiones informadas sobre cuándo aumentar o ajustar sus esfuerzos.

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Imagen Pexeles de Ana Arantes

En el diseño de productos de salud, cada detalle importa.

Al aplicar principios de la psicología del comportamiento, podemos ir más allá de ofrecer herramientas: creamos experiencias que impulsan cambios reales y sostenibles en las vidas de los usuarios. Ya sea a través de pequeños nudges, la reducción de la carga cognitiva o el refuerzo positivo, el objetivo siempre debe ser el mismo: hacer que la salud sea más accesible, intuitiva y personalizada.

Porque cuando los productos logran integrarse naturalmente en el día a día de las personas, el impacto trasciende lo funcional y se convierte en una verdadera transformación.

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