En medio de la pandemia, ¿qué tan ágil es tu equipo?

Este es un buen momento para diagnosticar el grado de agilidad en tu equipo. Sí, hoy, en medio de una crisis –como la del coronavirus– que cambió nuestra sociedad de un día para otro y que nos obliga a modificar hábitos y prioridades.

“No es la especie más fuerte la que sobrevive, ni la más inteligente, sino la más receptiva al cambio”. Charles Darwin.

Si definimos agilidad como la capacidad de responder de manera efectiva a los cambios en un entorno cambiante y de alta incertidumbre, la situación actual en Chile y el resto del mundo claramente está poniendo a prueba esa capacidad.

Países como Corea del Sur y Taiwán, por ejemplo, han reaccionado oportunamente y con medidas efectivas ante la situación, logrando mantener los contagios dentro de una tasa manejable. Otros países, en cambio, han demorado mucho en reaccionar, provocando con ello una elevada tasa de contagios y el temido colapso de los sistemas sanitarios.

Volviendo a la realidad de nuestras organizaciones, ¿cuántas empresas en Chile estaban realmente preparadas para trabajar en modalidad totalmente remota antes de esta crisis? ¿Cuántas empresas continúan hoy tratando de reordenar sus procesos ante un escenario que obliga a sus trabajadores a mantener cuarentena por tiempo indeterminado? ¿Cuántas más ni siquiera pueden empezar a operar en esta modalidad, aunque en teoría no tienen ningún impedimento para hacerlo?

Ahora bien, independiente de la situación de tu empresa antes de esta crisis, si quieres saber qué tan ágil es tu equipo o empresa hoy, te dejamos algunas preguntas que te pueden orientar en un diagnóstico inicial:

• ¿Están entregando valor temprano y periódico a sus usuarios y clientes, entendido como versiones incrementales de productos funcionando? ¿O se están entrampando en procesos burocráticos y/o falta de foco en lo que aporta real valor, dilatando las entregas?
• ¿Han logrado una comunicación fluida a nivel de equipo, con clientes, stakeholders y comunidad, pese a la distancia física? ¿O la comunicación se ha vuelto cada vez más difícil y fragmentada?
• ¿Han podido adaptarse oportunamente a los múltiples desafíos de trabajar en modalidad remota?¿se ha hecho carne en tu equipo/empresa el valor ágil del foco en las personas e interacciones por sobre procesos y herramientas? ¿o el foco está puesto en cumplir procesos (aunque no aporten valor) y supuestas métricas de productividad (como la cantidad de tareas que la persona completó en el día, dato que no dice mucho)?
• ¿El equipo es suficientemente autónomo para definir sus propios procesos en base a su aprendizaje? ¿O deben, por obligación, seguir directrices dadas por jerarquías externas a su funcionamiento?

Es importante destacar que el grado de agilidad en una organización no es un valor estático. Y la buena noticia es que, independiente de qué tan ágil sea tu equipo en este momento, siempre existe espacio para mejorar, sobre todo en tiempos tan inciertos como los actuales que dan más espacio para la experimentación.

Si te interesa profundizar en el tema, te recomiendo leer el siguiente artículo sobre el tema escrito por nuestro equipo en 

. En este se describe el Termómetro ágil, una herramienta diseñada por nuestra empresa para medir agilidad en las organizaciones y sus resultados preliminares:

 

De todas maneras, más allá de las mediciones que hagas, no olvides que el software funcionando es la principal medida de progreso (principio ágil).

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